
El conductor del TGV entre Quimper y París vió a un hombre sobre la vía del tren, acostado entre los raíles, a unos diez kilómetros de la localidad de Vannes. El tren no pudo detenerse a tiempo y anduvo todavía 800 metros más.
Al bajarse del tren, el conductor constató que el hombre estaba indemne, e intentó en vano despertarlo.
Los bomberos que se desplazaron hasta el lugar condujeron al hombre al hospital de Vannes, donde deberá dar explicaciones cuando recupere la consciencia.
El joven, de 19 años y vecino del lugar, tenía en el bolsillo una entrada para un festival de música que terminó en la madrugada del domingo.
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