
"La madre del pequeño sufrió dolores atroces durante cinco días antes del parto y cuando todo terminó estaba horrorizada". Risab tiene ocho meses y desde hace un tiempo comenzó el peregrinaje de muchos nepaleses para venerarlo como "el dios de la sabiduría", con cabeza de elefante, cuerpo humano y cuatro brazos.
En un pueblo rural de India, cerca de Nueva Delhi, el año pasado una niña nació con dos caras en una cabeza y es adorada también, al considerársela la reencarnación de Ganesh.
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