
Eduardo E. F., de nacionalidad española, en respuesta al anuncio, le propuso a Vasile F. M. quedar en una cafetería de la calle Tomás Bretón para hablarle de la oferta, para la que también necesitaría a otras dos personas.
El trabajo resultó ser un secuestro a un joven de 25 años que vive y trabaja por Cesáreo Alierta y cuyo "padre era muy rico". El plan era raptarlo, introducirlo en un coche y trasladarlo a los montes de Cadrete. Una vez allí, le entregaría 30.000 euros por su "trabajo".
Asustado por la oferta, Vasile acudió acto seguido a una comisaría de Policía a denunciar los hechos. Al día siguiente, Eduardo fue detenido por los agentes de seguridad. El martes arranca el juicio y el Ministerio Fiscal solicita una pena de cárcel de un año y medio para el acusado. La defensa, por su parte, exige la libre absolución, ya que ese secuestro nunca se llegó a realizar.
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