14 de marzo de 2010

Mini-submarinos por tus venas

En 1966, la película Viaje alucinante, basada en una novela de Isaac Asimov, causó gran sensación en los cines de todo el mundo contando la historia de un equipo militar y médico que, tras ser reducido a un tamaño microscópico, era lanzado en el torrente sanguíneo de un científico a bordo del submarino Proteus con el propósito de llegar a su cerebro y eliminar un coágulo que amenaza su vida.
Ahora un investigador de la Universidad de Tel-Aviv está a punto de convertirlo en realidad tras diseñar un auténtico mini-submarino que podría viajar por nuestras arterias y venas para luchar contra el cáncer “desde dentro”. Eso sí, esta vez sin tripulantes humanos.
El vehículo, diseñado en la nanoescala, ha sido fabricado con materiales biológicos y, según Peer, funciona como un sistema GPS a la hora de localizar las células que debe atacar.
Por ejemplo, puede ser programado para localizar las células inmunes hiperactivas del sistema digestivo que causan la enfermedad de Crohn, o para inyectar un veneno a las células cancerosas de un órgano concreto como la mama o el páncreas sin afectar a las sanas.
Incluso podría tratar las enfermedades neurodegenerativas.
Peer y su equipo ya han comenzado los ensayos y prevén que todo estará listo para utilizar su submarino médico en un plazo máximo de cinco años.

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