
"Hace tres años que até y encerré a mi hijo. Me vi obligado a hacer eso para evitar lo peor. Mi hijo se pone muy agresivo y puede matar a alguien. Se había convertido en la pesadilla de los vecinos", dijo su padre, Fahri Rashu, al diario "Panorama".
"Somos muy pobres y no lo podemos educar en mejores condiciones. Me duele el corazón cuando lo veo así, pero me falta el dinero para tratarlo mejor", indicó.
"Cuando nació mi hijo era normal, aunque muy tímido. Cuando cumplió veinte años se puso enfermo y su situación se agravó en los últimos tres años, cuando decidí atarlo", afirmó su padre.
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