El gobernador de Ohio, Ted Strickland, suspende las dos próximas ejecuciones que debían tener lugar en el Estado en octubre y noviembre, tras el fracaso de su equipo en administrar la inyección letal a un condenado que salió vivo de su ejecución.El gobernador demócrata explica en un comunicado que «desde el 15 de septiembre, las autoridades penitenciarias trabajan en establecer una solución alternativa a la inyección mortal en el improbable caso que se produjeran los mismos problemas en el futuro».
El 15 de septiembre, el equipo de ejecución de Ohio buscó durante dos horas una vena suficientemente sólida en los brazos, manos y piernas de Romell Broom, de 53 años, antes de abandonar.
El condenado volvió magullado al corredor de la muerte y ha presentado un recurso judicial para escapar de un segundo intento de ejecución. Paralelamente, una corte de apelación federal suspendió el lunes la ejecución prevista para el jueves de Lawrence Reynolds, de 43 años, a la espera de la resolución del caso Broom.
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