
Las parejas de invertidos se llevaban bien hace años pero la situación empezó a deteriorarse por un quítame ahí unas humedades en la pared. Gary Stewart secuestró el gato cojo de sus vecinas y le abandonó en otra vecindad, a cinco kilómetros de su hogar. El tesón de la pareja, que distribuyó imágenes del gato trípode, hizo que recuperaran el felino, de nombre Amber.
Stewart confesó entonces su desliz y pidió disculpas a Mari y Beverley. Como prueba de constricción invitó a ambas a un curry pues, les dijo, había pedido demasiada cantidad al indio de la esquina y ahora le sobraba. Las vecinas cayeron en la trampa pero en el momento que empezaron a comer se dieron cuenta de que aquel curry estaba más picante de lo habitual.
Efectivamente, el taimado maricón -con perdón- había rociado el plato con veneno para caracoles, como el que puede verse en la imagen. Las mujeres denunciaron a su vecino, que ahora está a espera de juicio. “Ese tipo ha convertido la vida de las dos chicas en una miseria”, acertó a decir un vecino del trío enfrentado.
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