
El propietario del coche robado alertó a los policías de que un vehículo, igual que el suyo, estaba aparcado en su misma calle. Al coche robado, además de cambiarle las placas de matrícula se le habían hecho algunas modificaciones como tintar el cristal trasero, pintura nueva en los retrovisores y también habían desaparecido los tapacubos originales.
Los agentes comprobaron los números de bastidor de ambos vehículos y trataron de localizar al presunto infractor, pero no fue posible. Tras esto, trasladaron el coche al depósito municipal de vehículos e informaron a la Policía Nacional para que realice una inspección.
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