25 de julio de 2009

Venus, un planeta con océanos y volcanes

Venus, considerado el planeta 'hermano' de la Tierra, pudo ser aún más similar al nuestro de lo que se creía y tener océanos y una tectónica de placas muy similares, según los datos que ha enviado el satélite europeo Venus Express y ha dado a conocer la Agencia Espacial Europea (ESA).

La sonda, que orbita el planeta desde su lanzamiento, en 2005, ha trazado el primer mapa de la superficie del hemisferio sur gracias a un instrumento que lleva a bordo, el VIRTIS, que capta las radiaciones de ondas infrarrojas que emite el astro, que suele estar cubierto de nubes.


En total, se han captado más de un millar de imágenes entre mayo de 2006 y diciembre de 2007 mediante un sistema que trabaja con una determinada longitud de onda infrarroja, lo que convierte a Venus Express en la primera sonda que logra averiguar, de forma indirecta, datos de la composición química de las rocas.

Estos nuevos datos apoyan la teoría de que las mesetas y las montañas que se observan en Venus son antiguos continentes que, en el pasado remoto, estuvieron rodeados por el mar y fueron producidos por una actividad volcánica.

Nils Müller, de la Universidad de Münster, en Berlin, que forma parte del equipo de investigación de estos datos, reconocen que "no es una prueba, pero tampoco lo contradice; lo que sabemos es que las rocas de la meseta son diferentes de las de otras partes".

Para averiguar el tipo de rocas, VIRTIS capturó la radiación que éstas emiten y que es diferente según su composición. Lo hizo cuando orbitaba el planeta durante la noche porque, como pasa con los ladrillos puestos al Sol, es entonces cuando emiten calor. En función de la cantidad de calor irradiada, se puede saber cómo son los materiales.

Ya en los años 70 y 80, los ochos 'landers' rusos que aterrizaron en Venus, en una zona alejada de las montañas, encontraron basalto bajo la zona de su aterrizaje.

Ahora, los datos de la Venus Express muestra que las rocas de las mesetas Phoebe y Alfa son de un color más claro y más viejas que el resto del planeta. El granito se forma cuando rocas muy antiguas de basalto se mueven hacia el interior de la superficie del planeta cuando los continentes se cambian de lugar, un fenómeno llamado tectónica de placas.

Cuando el agua se mezcla con el basalto se obtiene granito, que sale a la superficie mediante erupciones volcánicas. "Si hay granito en Venus es que en el pasado hubo un océano y tectónica de placas", asegura Müller.

El científico precisa que, para confirmarlo, sería necesario enviar una sonda que aterrizara en esa zona de Venus. En todo caso, cree que el agua que allí había se ha perdido en el espacio, aunque aún podría haber alguna actividad volcánica, aunque las variaciones de temperatura que se han registrado son sólo de entre tres y 20ºC, demasiado poco para un escenario con lava activa.

Fuente: El Mundo.es

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