26 de mayo de 2010

Entró a robar... y acabó convertido en un esclavo sexual

Una peluquera de la región rusa de Kaluga se vio sorprendida por un ladrón en su centro de belleza, cuando la joven acababa su turno.
El ladrón, de 32 años y llamado Viktor, irrumpió en el local a las cinco de la tarde con una pistola y pidiendo el dinero a todo el mundo.
Olga, la peluquera de 28 años con conocimientos de artes marciales, simuló entregarle el dinero a Viktor y le dio un puñetazo y lo tumbó.



Ató a Viktor con el cable del secador, lo amordazó y se lo llevó al trastero mientras animó al resto a que terminaran de trabajar.

"La policía está al caer" decía la protagonista de nuestra historia.Pero la Policía no llegó. Los clientes y el resto de empleados marcharon y Olga fue al trastero.
Le dijo a Viktor que se quitara la ropa interior e hiciera todo lo que ella le pedía o llamaría a la Policía... Le ató al radiador con unas esposas y le dio Viagra, para asegurarse que durante las próximas 48 horas el muchacho iba a rendir.
Olga dejó marcharse a Viktor, dos días después, éste había sido "exprimido como un limón". Viktor fue directo al hospital porque tenía sus genitales bastante dañados... Después se presentó en una comisaría y denunció a Olga.
Olga se indignó cuando se enteró de la denuncia.
"Es un idiota", dijo. "Sí, lo hicimos algunas veces, pero le compré unos pantalones nuevos, le di de comer y de beber y luego, cuando se marchó, le regalé 1.000 rublos (unos 23 euros, vamos)".
Así que Olga denunció también a Viktor y la Policía tiene un cacao mental de agárrate y no te menees.
"No sé lo que va a pasar... podríamos encarcelar a ambos: a él por robo y a ella por violación", decía un agente.

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